jueves, 30 de diciembre de 2010

observando

Resulta que cuando una persona atiende el teléfono y al decir hola no obtiene respuesta su segundo hola se vuelve un poco más agresivo y más fuerte tal vez así en crescendo hasta que el hola se confunda cada vez más con un ladrido hasta que finalmente se escucha algo del otro lado del tubo o se pierde la paciencia y se corta.

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