Estimado Mark Zuckerberg:
Le escribo esta carta en mi calidad de usuario del servicio de red social que usted creó. Le estoy casi agradecida por lo que usted hizo por nuestra comunidad aunque de a momentos pienso que tal vez, es posible que mi vida fuese mejor sin su producto. Hay muchas cosas que se supone que cara libro debería facilitar pero finalmente entorpece sin contar la pérdida de tiempo que implica y las adicciones que crea (dicen que el ala de la clínica Betty Ford destinada a los adictos a facebook es la que tuvo mayor crecimiento en los últimos tres años).
En realidad, esta carta tiene la intención de plantearle el problema que genera la utilización de las redes sociales por las personas que tenían más de cuarenta años en 2006. Como es sabido, cara libro no permite que los niños tengan cuenta ya que corren un gran riesgo al publicar información confidencial (aunque todos sabemos que ellos suelen mentir en la edad para no ser dejados de lado por este medio de comunicación). Yo propongo que se prohíba la creación de cuentas a personas mayores de cuarenta y cinco años al día de la fecha ya que nos encontramos en situaciones embarazosas por su presencia en la red social. Estas situaciones fluctúan entre padres, abuelos, tíos, etc. descubriendo cosas que ni ellos mismos querían saber hasta jefes que encuentran a sus empleados haciendo cosas indebidas en horarios de trabajo. También nos encontramos con la obligación de responder a preguntas que no deberían haber sido formuladas. (¿Quién es María López? ¿Tomaste el fin de semana? ¿Quién es el chico de la foto? ¿Por qué no cambiás tu foto de perfil que en aquella del verano del '07 estabas más bonita?) Pero la peor de todas las situaciones que yo he encontrado es la de señores y señoras que pasan la cincuentena y actúan como quinceañeros en dicha red social, dejando que todos nos enteremos de prácticamente todo lo que nunca quisimos saber (qué desayunaron, dónde fueron a bailar, con quién disfrutaron el fin de semana...) Ni hablar de las fotos de antaño que publican para que los jóvenes tengan la obligación de creer que una vez, hace bastante tiempo atrás ellos también llegaron a ser jóvenes. Esto es perjudicial para la salud. ¿De quiénes? De todos. Esto causa un stress inconmensurable tanto para los jóvenes que tienen que pensar cómo hacer frente a este problema (seguridad de perfil, ignorando solicitudes de amistad, respirando hondo, contestando preguntas que no merecen respuesta...) como para los mayores que buscan por todos los medio de parecer "cool" sin siempre lograrlo.
Este tema también nos pone a nosotros, los jóvenes en el aprieto de no saber que medida tomar frente a esta gente. ¿Los aceptamos como amigos? ¿Nuestra configuración de seguridad es la correcta? ¿Hay algo que voy a lamentar? ¿Qué tanto peligro corro con este click?
Como los geriátricos son un espacio reservado solo para el adulto mayor donde los jóvenes no nos inmiscuimos, reclamamos un espacio reservado para nosotros. Ese espacio son las redes sociales. Sobre todo cara libro. Si realmente necesitan interactuar entre ellos nos ofrecemos gentilmente a dejarles la red social de Google para su regocijo.
Como los geriátricos son un espacio reservado solo para el adulto mayor donde los jóvenes no nos inmiscuimos, reclamamos un espacio reservado para nosotros. Ese espacio son las redes sociales. Sobre todo cara libro. Si realmente necesitan interactuar entre ellos nos ofrecemos gentilmente a dejarles la red social de Google para su regocijo.
Desde ya,
Muchas gracias.
Lou Bizarro.
