No se tú, pero yo, sé decir la madre regaña al caballo en chino. No sé tú, pero yo también me pregunto para qué me sirve...
miércoles, 19 de mayo de 2010
lunes, 17 de mayo de 2010
precio
Todo hombre tiene su precio. No es un tema de moral. Solo que algunos son más caros que otros.
martes, 11 de mayo de 2010
30 horas
Estoy abriendo una petición para alargar los días. ¿Por qué los días han de durar solamente 24 horas? Esta propuesta es bastante simple y creo que todos estaríamos de acuerdo con ella. Después de todo lo que uno tiene que hacer en el día ¿quién tiene tiempo para dormir? ¿y para estudiar? Ese silencio demuestra que básicamente estamos todos de acuerdo. Supongo que con juntar unas firmas alcanza, pongamos que después se hace plebiscito y voilà. Los días ya no van a durar más esas míseras 24 horas de antes, ahora serán de 30 horas.
Ya sé que les puede sonar ridículo, como la creación del día osvaldo, pero uno nunca pierde nada con intentar ¿no?
De todas formas, mientras junto las firmas, Bernardo, si estás ahí, ¿no serías tan amable de prestarme tu reloj? Prometo devolverlo a la brevedad.
domingo, 9 de mayo de 2010
banco
Erase una vez una chica virgen de bancos. Cuando digo virgen de bancos me refiero a que nunca había ido a un banco a hacer un trámite. Tal vez le había pasado que su padre la hubiera llevado en algún momento a que lo acompañara a hacer su trámite, pero ella lo único que hacía en esos momentos era sentarse en algún asiento libre y mirar con cara de papá te juro que me porté bien, no sé por qué me trajiste acá. Claro, que después de esta tortura el padre le daba alguna recompensa, podían ser caramelos o hasta una muñeca, todo dependía de qué tan culpable se sentía el padre por haber hecho que su adorada hija se perdiera el capítulo de la telenovela de Cris Morena del momento.
Y un día la nena creció y le tocó a ella hacer el trámite. Cobrar el cheque, pagar las cuentas, depositar un dinero... Pero claro que su primera vez no fue tan fácil. Obviamente, cuando llegó el sistema estaba caído. Y tuvo que esperar y esperar hasta convertirse en pera y escuchar el mismo chiste de que el sistema seguía caído porque nadie lo levantaba (si se puede llamar chiste). Y la chica extrañó el momento en el que la fila la hacía su padre y no ella y tenía la posibilidad de poner cara de pocos amigos y ganar una recompensa.
sábado, 8 de mayo de 2010
tachera
Y me subí al taxi y el taxista era realmente taxistA. Era una mujer. Digamos, no del todo femenina, bastante Cachito pero mujer enfin. Claro que estaba tan aturdida por lo que estaba viviendo que al principio creí que era un hombre extraño, pero, no. Era una tachera. Así que la mujer se emancipó y se hizo...(ruido de tambores) tachera.
No sé si es mi ideal de emancipación pero si es lo que te hace feliz...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)