Estaban tan concentrados con los fuegos que ni pasó por su mente ir a buscar a Papá Noel para crear la ilusión de que existe.
Así que comimos y de cabeza a los cohetes. Mucha pirotecnia, demasiada. Le faltaba la parte navideña de la Navidad. Parecería que se hubieran golpeado y creyeran que más que Navidad era Año Nuevo y nadie se atrevió a sacarlos de su error.
Después todo empezó a cerrar cuando descubriste que los que llevan la batuta por X o por Z se olvidaron de llevar regalos, de comprarlos y todo. Capaz que ellos fueron los que se golpearon más duro y realmente creían que era Año Nuevo. Se saltearon la Navidad y sus regalos y la familia y no sé que tantas otras cosas más. No estoy tan segura de que hayan armado el arbolito.
Y finalmente fuimos a abrir los regalos. Y vos que siempre habías sido el pan triste que tenía que auto envolverse los regalos para hacer bulto y poder tener más cosas aunque no fueran sorpresa porque todos los demás tenían regalos mágicos y millonarios este año te cansaste de eso y realmente te hicieron un regalo sorpresa. Este año tenés más regalos que otros pero no podés alardear porque no queda bien y vos no sos ese tipo de persona. Sos mejor que eso. Entonces ya nadie te pregunta qué te regalaron. No les importa porque al ellos no recibir nada no pueden competir con vos. Las Navidades perdieron la gracia. Estoy segura que esto se parece más a Hannuka aunque no soy judía y apenas tengo una vaga idea de lo que es. Pero creo que en los regalos no se pone el énfasis.
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