sábado, 12 de septiembre de 2009

dietas

Me molestan las dietas. Las odio con toda mi alma. Nunca llegué a seguir una de cerca. Mi estilo es empezarla el lunes de mañana y terminarla a la hora de la cena cuando me di cuenta que tocaban milanesas con puré. Yo ya desistí, ya sé que no estoy hecha para hacer dietas y que no me doy cuenta si tengo un kilo más o un kilo menos hasta que me pongo el pantalón que no cierra. En fin, a esta altura de mi vida me cago en las dietas. Creo que son más como un estilo de vida (tortuoso) que algo circunstancial para aprontarse para el verano.
Yo odio las dietas porque terminan siendo un estado de ánimo. En el mundo hay tres tipos de chicas:
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Las que se cagan en las dietas (no en el peso porque hoy por hoy nadie se caga en el peso).
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Las que viven a dieta pero comen más chocolate que vos (bah, más todo que vos). Siempre hay que estar pensando que pobrecita que desde la pre adolescencia está tratando de adelgazar pero llegado el momento te dan ganas de decirle a quién querés engañar, nadie se come que estás a dieta y además me cansaste con eso de que cada vez que te veo te tengo que decir que te noto más delgada (tal vez bajaste 100 gramos, hay que ser supportive), pero en realidad a vos ni el negro te ayuda. Así que todos preocupados por tu dieta y vos, comiendo alfajores a escondidas!
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La peor de todas es la que la hace de verdad. La que pasa hambre y se nota (uno de los síntomas más reconocidos es el malhumor constante). Es eso que todas tienen que felicitar, admirar, hasta envidiar. Pero who are we kidding?, la loca está sufriendo. Vive de malhumor, va a las fiestas y no come, realmente no come! Porque, seamos honestos, la comida de las fiestas no suele ser muy light; pero en realidad lo que preocupa a este tipo de chicas es que la nutricionista le dijo que esa noche le tocaba comer una rodaja de cebolla saltada sin aceite con morrón amarillo y tres hojas de rúcula y de postre helado light y al sobre! Hambre no creo que pase... Todas la idolatran menos yo que la miro y digo: pobre mina, se olvidó de lo que es el chocolate. Se cree que la sopita de calabaza es un manjar... Al final de cuentas pasó un año a dieta con 334 días de malhumor y adelgazó diez kilos, alegrémonos por su logro pero ahora viene lo más difícil, mantener el peso alcanzado...
Bye bye buen humor, hello calditos!
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Y aquí estoy, gordito como siempre esperando a pegar el estirón...

2 comentarios:

  1. sólo porque vos no puedas ser el tercer tipo de chica de las que hablás no significa que ellas sean imbéciles

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  2. mil perdones si te ofendi en algun momento pero no quise decir ni ahi q eran imbeciles.

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