Ya no tengo muro. ¿Por qué no tengo muro? Porque no creo en los muros. A ver, si el muro de Berlín cayó allá en el 1989, hace casi 22 años, yo no quiero tener un muro en mi vida. Mi muro cayó hace unos meses, la gente no entiende qué le pasó ni porqué pero bueno, no hay una explicación muy razonable, es algo así como una cuestión de principios. Como mi abstinencia a asistir a un gimnasio o mi rechazo crónico hacia los tapados de piel. Tal vez algún día en que no me encuentre del todo bien, en que no sea yo misma, en que me sienta sola y/o frustrada, poco a poco quizás reconstruya mi muro. Un ladrillo por vez.
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