martes, 27 de octubre de 2009

sermón

Y no paraba de hablar. Metí la pata. I should have known better. No sé por qué pero cada tres por dos me pasa que me olvido con quien estoy hablando y introduzco temas que no quiero ni debo introducir. Me olvido de lo lindo que suena el silencio para recordarlo un instante después, cuando ya te embalaste en la inmortalidad del cangrejo. ¿Cómo hago yo para sobrevivir tus teorías de la inmortalidad por décimocuarta vez? Vos hablás y hablás y hablás y yo pienso, yo pienso la puta madre que me re mil parió. Me dan ganas de decirte muy lindo todo pero I don't give a shit. Pero no está en mi naturaleza esa clase de honestidad brutal. Te miro fijo como si te escuchara pero en realidad solo pienso en lo que tengo que estudiar o en lo que podría comer de postre o en las posibles dietas a las que me podría someter para bajar mis kilitos de más. Siempre hago lo mismo, no se cuando voy a aprender a no hacer preguntas que no quiero escuchar la respuesta, a no hablar de cosas con gente que no se puede hablar. ¿Cuándo voy a aprender que hay veces que es mejor un silencio incómodo a un ruído no tan cómodo?

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