martes, 20 de octubre de 2009

intromisión

Me subí como tantos otros días al omnibus que hizo el mismo recorrido de siempre. Me llevaba al mismo lugar de siempre, levantándome en la misma esquina de siempre. Me subí y me senté adelante, como siempre, un poco porque me gusta y otro poco porque si me siento muy atrás tengo el presentimiento que voy a pasarme de parada.
Estaba mirando al vacío, haciendo nada, pensando nada cuando de repente me desperté de mi ensimismamiento por la pregunta de una chica al chofer. ¿Dónde me bajo para ir a 8 de octubre y Veracierto? No le presté atención. No sé que le contestó. Yo solo pensé que suerte que no tengo que ir ahí porque estaría más perdida que la muchacha. La chica estaba dudosa. Ahí entendí que para llegar a ese lugar remoto necesitaba hacer una combinaíón de dos omnibus. Este y otro más. La mujer no sabía cual era el otro más. Yo menos, y al chofer no pareció preocuparle mucho.
Una señora la miró y le dijo que se bajara en la próxima. La chica seguía como atontada, no sabía que hacer (creo que esta información no coincidía con la que le había dado el conductor). En el preciso momento en que la muchacha evaluaba sus opciones analizando a quién le hacía caso, en quién podía confiar, un señor que se encontraba cerca le dijo que se tenía que bajar en Benito Blanco. La señora que se había inmiscuido en primer lugar lo miró y le dijo que no que era mejor dónde ella le había dicho. La chica estaba cada vez más desconcertada y la entrometida pareja estaba discutiendo. ¿Qué hacer? ¿Dónde bajarse? ¿Cómo llegar? Me dio lástima la muchacha, me sentí identificada con ella porque mi geografía es bastante nula. No sé qué haría yo en su situación. Y los minutos corrían y las paradas pasaban y la chica pensaba. Hasta que se decidió a bajar, cuando la pareja despareja concluyó que tal vez la línea que ella precisaba no pasaba más por Benito Blanco. Y se bajó, y no le hizo caso a nadie, se bajó dos paradas después de la que le aconsejó la señora y tres antes que la que recomendó el señor. Se bajó confundida sin saber bien como hacer para llegar a su destino. La pareja se bajó unas paradas después y siguió cada uno por su lado. Ya habían confundido a la chica, la habían mareado, su trabajo estaba terminado.
Yo quedé anonadada. ¿Por qué se metieron? ¿Quién los llamó? Espero que la chica haya llegado a destino.
¿Cómo sé yo todo esto? Respuesta fácil, mi ipod estaba sin baterías.

1 comentario:

  1. mmm where did i hear that story before??
    muy bueno el post, muy gracioso y te re ubica en la escena !! congrats!

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