viernes, 30 de octubre de 2009

lluvia

Hoy llueve torrencialmente. No puedo prender la computadora porque tengo miedo que la tormenta eléctrica me la parta en dos. Solo quiero quedarme en casa, más bien en mi cuarto acostada, en pyjamas mirando la tele. Pero no va a poder ser. Toca ir a la facultad y asumir mis responsabilidades. Lo peor es que hay amagues. Para y en cosa de una hora la tormenta vuelve a empezar.
¿Justo hoy se les ocurrió hacer el boicott a los taxis? ¿Justo en esta ocasión se me ocurrió tener principios y adherir? Así que a esperar el omnibus con la lluvia. ¿Les conté que donde suelo tomar el omnibus no hay techito? ¿Ya les dije que mientras esperaba el omnibus pasaron como tres taxis con el cartelito de "libre"? No importa, yo soy fuerte y aguanto. Además me parece que me sale más barato tener principios...

martes, 27 de octubre de 2009

sermón

Y no paraba de hablar. Metí la pata. I should have known better. No sé por qué pero cada tres por dos me pasa que me olvido con quien estoy hablando y introduzco temas que no quiero ni debo introducir. Me olvido de lo lindo que suena el silencio para recordarlo un instante después, cuando ya te embalaste en la inmortalidad del cangrejo. ¿Cómo hago yo para sobrevivir tus teorías de la inmortalidad por décimocuarta vez? Vos hablás y hablás y hablás y yo pienso, yo pienso la puta madre que me re mil parió. Me dan ganas de decirte muy lindo todo pero I don't give a shit. Pero no está en mi naturaleza esa clase de honestidad brutal. Te miro fijo como si te escuchara pero en realidad solo pienso en lo que tengo que estudiar o en lo que podría comer de postre o en las posibles dietas a las que me podría someter para bajar mis kilitos de más. Siempre hago lo mismo, no se cuando voy a aprender a no hacer preguntas que no quiero escuchar la respuesta, a no hablar de cosas con gente que no se puede hablar. ¿Cuándo voy a aprender que hay veces que es mejor un silencio incómodo a un ruído no tan cómodo?

martes, 20 de octubre de 2009

intromisión

Me subí como tantos otros días al omnibus que hizo el mismo recorrido de siempre. Me llevaba al mismo lugar de siempre, levantándome en la misma esquina de siempre. Me subí y me senté adelante, como siempre, un poco porque me gusta y otro poco porque si me siento muy atrás tengo el presentimiento que voy a pasarme de parada.
Estaba mirando al vacío, haciendo nada, pensando nada cuando de repente me desperté de mi ensimismamiento por la pregunta de una chica al chofer. ¿Dónde me bajo para ir a 8 de octubre y Veracierto? No le presté atención. No sé que le contestó. Yo solo pensé que suerte que no tengo que ir ahí porque estaría más perdida que la muchacha. La chica estaba dudosa. Ahí entendí que para llegar a ese lugar remoto necesitaba hacer una combinaíón de dos omnibus. Este y otro más. La mujer no sabía cual era el otro más. Yo menos, y al chofer no pareció preocuparle mucho.
Una señora la miró y le dijo que se bajara en la próxima. La chica seguía como atontada, no sabía que hacer (creo que esta información no coincidía con la que le había dado el conductor). En el preciso momento en que la muchacha evaluaba sus opciones analizando a quién le hacía caso, en quién podía confiar, un señor que se encontraba cerca le dijo que se tenía que bajar en Benito Blanco. La señora que se había inmiscuido en primer lugar lo miró y le dijo que no que era mejor dónde ella le había dicho. La chica estaba cada vez más desconcertada y la entrometida pareja estaba discutiendo. ¿Qué hacer? ¿Dónde bajarse? ¿Cómo llegar? Me dio lástima la muchacha, me sentí identificada con ella porque mi geografía es bastante nula. No sé qué haría yo en su situación. Y los minutos corrían y las paradas pasaban y la chica pensaba. Hasta que se decidió a bajar, cuando la pareja despareja concluyó que tal vez la línea que ella precisaba no pasaba más por Benito Blanco. Y se bajó, y no le hizo caso a nadie, se bajó dos paradas después de la que le aconsejó la señora y tres antes que la que recomendó el señor. Se bajó confundida sin saber bien como hacer para llegar a su destino. La pareja se bajó unas paradas después y siguió cada uno por su lado. Ya habían confundido a la chica, la habían mareado, su trabajo estaba terminado.
Yo quedé anonadada. ¿Por qué se metieron? ¿Quién los llamó? Espero que la chica haya llegado a destino.
¿Cómo sé yo todo esto? Respuesta fácil, mi ipod estaba sin baterías.

jueves, 15 de octubre de 2009

uruguay 0 - argentina 1

Me invitaron a ver el partido y no me pude negar. Me dio vergüenza decir que me cago en el football y más si juega Uruguay, además el plan incluía morfe así que acepté.
Llegué justito cuando empezaba el minuto 0. En el minuto 3 ya me estaba preguntando cómo carajo iba a aguantar esta hora y media haciendo la que me importa. ¿Qué hago si alguien mete un gol? ¿Cuál tiene que ser mi reacción? No sé, es muy posible que para mis adentros diga metieron un gol y ¿que?¿Cómo hago para fingir el entusiasmo? De todas formas no importa, con un poco de suerte cuando metan el gol voy a tener un buen pedazo de pizza en la boca y mi falta de emoción se resuma a que no quiero que todos vean mi muzzarella a medio digerir. Pero no, esta no iba a ser una opción porque se les ocurrió que para no perderse ni un segundo del partido había que hacer el pedido recién en el entretiempo. Ciaò pizza, nos vemos en cuarenta y pico de minutos. Y yo miraba y escuchaba. ¡Cómo corre el palito! ¿Está Messi? A mí me gusta Mascherano. Dicen que Mascherano tiene una pieza de un auto adentro por eso corre tan rápido... ¿Quién es Jonas Gutierrez? ¡Qué bueno que está Lugano! ¡Qué aburridos los del estadio que no cantan! Qué lindo el azul de la camiseta argentina. Tantos comentarios y yo callada... Se me ocurrió que podía participar: ¡qué fea la vincha del de violeta!
Yo estaba sorprendida cómo hacen para conocer a tantos jugadores yo solo conozco a Verón porque estaba en el album del mundial '98 (único album que llené en mi vida) y a Forlán porque hizo un aviso de alfajores (lo solía ver bastante seguido en los omnibus).
Terminó el primer tiempo y nada. Solo unas cuantas faltas de ambos lados pero ni miras de gol.
Se me dio. Llamaron al delivery. Pidieron la pizza que se tomó su tiempo en venir. Cuando al fin llegó ya estaba por empezar el segundo tiempo. Entre muzzarella, Coca Cola y fainá empecé a panicar. Imaginate que perdiste esta hora y pico de tu vida mirando un partido que termina 0 a 0. Un empate. Un empate mediocre. Grandes jugadores jugando horrible, tirando patadas por doquier y sin ningún gol. Necesito un gol. No me importa de quién. Un gol. Mis pensamientos fueron interrumpidos por un gol sí pero de Chile. Uruguay está salvado, sigue teniendo chances de ir al mundial. Nadie precisa el gol, solo yo.
Cambiaron a Messi por Tévez. Entró Cavani, dicen que corre, tal vez esta es la nuestra. ¡Goooooooooooolllllllllllllllll! de Argentina (esto lo sé porque nadie gritó a mi alrededor). No me di cuenta quién fue el autor. Un gol anónimo a mis ojos. Un gol anónimo que me dio esperanzas. Un gol que me robó una sonrisa. Al final no perdí una hora y algo de mi tiempo, bueno en realidad sí la perdí y no vuelve más pero hubo un gol y además seguimos teniendo chances de ir al mundial. Ya fue el gol, los argentinos están tranquis, van a ganar. Los uruguayos tratan de hacer algo pero no es grave, si le ganamos a un país de Centro América podemos llegar al mundial. Y echaron al pelado Caceres que resulta que no es pelado, es bastante peludo...
El partido no fue apasionante pero me conformo, un gol y me conformo. Ahora solo faltan unos minutos de partido. Los dos países clasificaron o siguen en carrera así que los jugadores se limitan a hacer tiempo, que termine. Creo en el fondo que era lo que todos querían. Que termine. Y terminó. Y el Cebolla Rodríguez se mandó una cagada y tiene tarjeta roja y yo no sé qué hizo porque a mí me enfocaron a Maradonna abrazandose con no sé quién.
Terminó y nada. El mundo sigue girando de la misma forma solo que ahora sé que el tipo de violeta con la vincha desagradable era el golero.

viernes, 9 de octubre de 2009

estudio

Necesito la receta que me ayude a estudiar. No puedo permaecer más de 30 minutos leyendo sin que se me ocurra algo indispensable para hacer. Cualquier cosa vale, desde comer algo hasta mirar el último episodio de Grey's Anatomy que necesita ser bajado antes... Hasta mirar Friends por décimo quinta vez es más entretenido que estudiar... Más aún si ya leíste todo lo que te parece que tenías que leer, cuando solo queda repasar... Solo quiero dormir y hacer algo genial. Igual ya termina este período, esperemos a diciembre para volver a preocuparnos (si es que llegamos...)

martes, 6 de octubre de 2009

coleccionista

Es una historia real... Le pasó al amigo de un amigo de un amigo...
Como decía, conozco a alguien tipo algo así como el amigo del amigo del tío del sobrino del vecino del primo de mi abuelo que le entretiene coleccionar blogs.
Es algo así como una adicción a estas alturas... Tiene varios y lo más curioso es que ni siquiera los actualiza... Este tipo es raro... La verdad no le encuentro sentido a coleccionar blogs, es casi como coleccionar amigos en cara libro...

domingo, 4 de octubre de 2009

cine

Los otros días fui al cine y me ocurrió algo simpático (no sé exactamente si esa es la palabra, pero no importa let's stick to it). Primero la pelicula que tenía la intención de ver no la estaban dando porque a alguien con algo de poder en el cine se le ocurrió que era una buena idea cambiar la cartelera a último momento y cagar a todos los que fueron a ver esa pelicula en particular. Tal vez fue el director de la pelicula que pusieron en lugar de la que yo quería realmente ver que decidió pagarle a alguien para que hiciera el cambio y todo el que fuera a ver una pelicula que obviamente no era la suya termine viendo exactamente la suya... Bueno volvamos a lo que interesa. El punto, nunca hay que perder de vista el objetivo.
No sabía qué pelicula iba a ver así que fui a buscar el programa de cine a ver cuales eran mis opciones (que finalmente se redujeron a una mísera opción pero no importa eso es solo mi vida...). Agarré el programa y resulta que una señora estaba con su adorable hijita buscando un programa. O tal vez la niña solo estaba divirtiéndose con los programas... Así que la nena tiró unos cuantos al piso y los iba a juntar... pero la madre no la dejó. ¡Del piso no! le dijo como si fuera a hacer algo sumamente prohibido, como si el daño que le fuera a hacer juntar unos papeles que ella misma había tirado la fuera a matar. Yo me fui corriendo, no sea cosa que me fuera a perder la pelicula que no quería ver. Quedé impactada, sobretodo porque tengo el presentimiento que nadie junto esos tristes programas que la nena tiró y la madre no dejó recoger.