Hermoso día para ordenar el placard. Cada cosa a su lugar. Primero lo vaciamos, imposible caminar por el cuarto sin pisar algo, una remera, alguna musculosa, pantalón de pijama separado de su camiseta...
De a poco hay que empezar a poner orden. Separar. Remeras por un lado. Pantalones por otro. Polleras y shorts en el centro. División por temporadas. Acá hay ropa que tengo desde los 9 años más o menos. Cosas que compré por impulso y nunca usé pero sigo pensando que tal vez, algún día pueda usar.
Colores que seguramente no quiera volver a usar ni de pijama. Tengo varias remeras naranja de la época en que a mi tía se le ocurrió que el naranja era el color de la temporada. Este período duró como cinco temporadas en la vida de mi tía, y por ende la mía también. Tengo demasiados shorts de surf, que por una extraña coincidencia tienen una mágica tendencia a ser anaranjados con flores blancas. Tengo varias camperas de algodón con cierre torcido, sí, cierre torcido de cuando a alguien se le ocurrió que era cool y otros tantos salieron corriendo a comprar. Polleras con tablas, pero no de liceo (de la época Rebelde Way) y todos los atuendos al mejor estilo Floricienta con mucho, demasiado tul. Nunca llegué a usar mucho estas cosas, digamos que nunca me resultaron cómodas pero aún así siempre tuvieron un lugarcito en mi ropera hasta hoy. Hoy decidí que se van.
También hay toda una gama de rosados y violetas de esa época en que estos colores inundaron las tiendas de mi adorado país. Cinturones con tachas, muchas tachas... ¡Qué épocas aquellas en las que yo seguía las modas tan al pie de la letra! Las remeras cortitas que muestran mi ombligo...
Tengo que sacudirme un poco la nostalgia y el sentimentalismo y deshacerme de todas las prendas que no usaría en público. ¿Cómo hacerlo? La mejor forma de hacerlo es probarse una a una las prendas en cuestión y mirarse en un espejo bien grande. Lo primero que va a venir a la cabeza de una es: ¿cómo pude haber guardado esto tanto tiempo? ¿cómo pude haber llegado a usarlo? Y así, poco a poco, con un gran dolor nos vamos deshaciendo de todo eso que... seriously?
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